(Leído por Alejandro Simón Partal)
Un hombre acoge en su casa a otro hombre
(Refugees Welcome)
Un hombre acoge en su casa
a otro hombre pobre.
En la televisión comenta con indisimulada alegría
la ducha de más de una hora que el hombre pobre
se dio en su casa.
Todos los informativos abren hoy
con el fervor de un hombre
por la ducha de otro hombre.
Miro mi baño vacío y desearía
que todos los hombres del mundo
agotaran todos los embalses de Europa
en mi casa.
Quien celebra una larga ducha ajena
en su casa tiene un trozo de paraíso reservado,
algo bueno le aguarda tras el vaho que allí es puerta.
El agua que no corrió esa tarde
no conocerá ladera igual.
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